Fuente: El Postigo de Tías
Por Juan Cruz Sepúlveda
Marcial Hernández Déniz y Guillermina Saavedra Aguiar (11 hijos)
Este matrimonio, de comienzos de siglo, tuvo 11 hijos. Primero vivían en el camino de Los Llanitos y luego en Los Llanitos de Mácher, al norte del camino de Los Olivos. En torno al 1915, Marcial monta una zapatería en su casa. En ella trabaja su mujer Guillermina Saavedra y, más tarde, sus hijos, que desde pequeños ayudan al patriarca de una larga saga de zapateros.
Incorpora para la confección del calzado la piel de vaca, conocido en el gremio por baqueta inglesa, por su lugar de procedencia, ya que la introdujeron los ingleses en Canarias.
Además de zapatos y soletas para el campo, fabrican, alpargatas, botas, cabestros, pretales y demás arneses para la labranza con animales. También dispuso de una máquina para lañar platos y artículos de porcelana. Su mujer le ayuda en los pespuntes de la máquina y los pedidos se sucedían en varios pueblos de la isla.
El Rubio, nombre por el que era conocido en el pueblo, fue muy emprendedor y llegó a montar una zapatería en Santa Cruz de Tenerife. En el terreno político su militancia republicana le llevó a ser teniente de alcalde del Ayuntamiento de Tías. Finalmente se traslada a Arrecife donde adquiere una casa en la carretera de Tías, actual calle José Antonio.
Su hijo Félix había aprendido también el oficio de su padre y monta su propia zapatería en el 1945, en la calle Riego de Arrecife. En este lugar, el taller de Félix sería cuna de muchos aprendices y, en los mejores tiempos de finales de los cincuen- ta, trabajaron cerca de quince operarios en las instalaciones. Luego, y hasta la hora de su jubilación, Félix, que se había especia- lizado en zapatos para señoras, se traslada a la calle Artillero Luis Tresguerras, en La Plazuela.
En el 1977, en tercera generación de la saga de zapateros, Félix Jesús Hernández Saavedra continúa la tradición zapatera en la calle Hermanos Zerolo de Arrecife con Zapatería Félix, actividad que continúa en la actualidad donde guarda patrones, moldes, algunas viejas hormas y máquinas empleadas por sus antepasados.
HISTORIA DE TÍAS 