Contrucción del cementerio
El litigio por el emplazamiento se resuelve con un oficio que emite el Inspector Municipal de Sanidad, por el que informa: “el lugar donde se proyecta construir el nuevo cementerio en Lomos de La Molina se considera inadecuado por contravenir las vigentes disposiciones sanitarias a estos efectos…”
Tras este mandato demoledor y la fuerza que estaban adquiriendo los defensores del proyecto inicial, en La Cancela de Tías, el alcalde retoma el acuerdo del año 1940 y se dispone a adquirir a la vecina de Mácher doña Juana Medina Cabrera e hijo, los terrenos para la construcción del nuevo cementerio en el lugar denominado La Cancela de Tías, o también La Robayna, siendo el importe de la compra de 2.700 pesetas.
Los trabajos de construcción se iniciaron en el verano de 1952. La obra se inicia a base de cantería piedra y mucha cal. El maestro de obra Basilio Rodríguez, vecino de Tías, será el responsable de ejecutar la obra junto con Do mingo Lemes, Francisco Hernández y Antonio el de La Asomada. En 1955 el Gobernador Civil le otorga una nueva cantidad de dinero al ayuntamiento (18.263,35 pts) con el objeto de poder concluir la obra. El propio alcalde ejecutaría las labores de transporte, tanto de materiales, como de la tierra vegetal para las fosas, traída expresamente desde La Villa de Teguise.
HISTORIA DE TÍAS 